lunes, 13 de abril de 2009

La organización como un sistema abierto

Tomado de: 1.bp.blogspot.com/.../s320/ecosfera_web2.jpg

La teoría clásica de la organización se desarrolla bajo el enfoque de sistema cerrado, que viene de las ciencias físicas y su aplicación al sistema mecánico. Así, al considerar la administración los sistemas libres de influencias externas y determinísticos, se enfoca especialmente en las operaciones internas, adoptando enfoques racionales. De esta manera, al considerar la organización como un sistema independiente, sus problemas pueden analizarse sólo en términos de su estructura interna, sus tareas y sus relaciones formales, haciendo caso omiso del medio ambiente y su influencia sobre la organización.

Los sistemas cerrados tienden hacia el equilibrio estático y la entropía, un estado aleatorio caótico donde no existe potencial para transformar la energía o el trabajo; a medida que la entropía aumenta en estos sistemas, estos tienden a moverse hacia mayores desórdenes y aleatoriedad, llegando al caos y posiblemente a su extinción.

Los sistemas biológicos y sociales no entran en esta clasificación, pues son considerados sistemas en relación dinámica con su ambiente, que reciben entradas que se transforman y salen al ambiente en forma de productos. Es precisamente este proceso de entrada-información-salida, el que permite al sistema eliminar la entropía, en otras palabras, es el que permite al sistema adaptarse al ambiente mediante el cambio de la estructura y de los procesos de sus componentes internos. Es decir, en la medida en que la organización se encuentra en permanente intercambio con su entorno, logra un estado de equilibrio dinámico, mientras conserva su capacidad de trabajo o de transformación de energía. En palabras de Kast y Rosenzweig (1976, 117) la supervivencia de la organización (del sistema) no sería posible sin un flujo continuo de transformación y producción.

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